lunes, 16 de noviembre de 2015

El uso de antibióticos sin prescripción, ¿es cierto que es cultural?


El uso indiscriminado de antibióticos es un problema de salud pública, eso lo sabemos desde hace varios años, pero el paciente sigue consumiéndolos sin restricción. ¿Donde está el problema? en que creemos que la culpa es de la fecha y no del indio.

En Colombia hay varias restricciones a la venta de antibióticos sin prescripción médica, pero no hay un control efectivo y lo que es peor, desde del 2005 el decreto 3050 dejó un vacío inmenso al permitir la venta de medicamentos fuera de las farmacias, que si bien la norma solo permite venta libre, el tendero considera que los antibióticos también lo son porque se los despachan sin ningún control, eso lo saben las autoridades.

Pero el mayor inconveniente no es realmente la venta, es el acceso. Tenemos acceso a los medicamentos por varios medios y uno de ellos son los mal llamados botiquines caseros, donde hay de todo menos agua oxigenada. Es precisamente la vecina o el familiar quien se los recomienda al paciente y que incluso tiene en su casa de los que alguna vez compró y no utilizó.

El otro problema en Colombia es que no hay Farmacias Profesionales, es un mercado donde casi su totalidad lo representan empíricos a los cuales se les permite dirigir las denominadas "Droguerías" que en realidad son miscélaneas y donde la venta de antibióticos es un producto más.

En muchas de mis conferencias cuando toco el tema se me justifica la venta de antibióticos sin prescripción porque el usuario lo pide y forma parte de la cultura mercantilista de la droguería, por cierto un sector que mueve mas de $5 billones al año y que nadie quiere controlar.

De esas conferencias me ha quedado la inquietud si la venta de antibióticos se pudiese minimizar ejerciendo como Regente de Farmacia y cumpliendo con la obligación de orientar al paciente sobre el uso adecuado de los medicamentos. Lo comencé a hacer en mi farmacia como un ejercicio que incluso sabía puede afectar mi rentabilidad, los resultados indican que los Droguistas están equivocados, con asesoría farmacéutica profesional si se puede.

Comencé por analizar en cuales casos se solicitan más antibióticos y encontré que en su gran mayoría son para resfriados comunes con esta particularidad, en los adultos en mezclas que incluyen analgésicos con antihistamínicos y en los niños para "infección de garganta". El mas solicitado es amoxicilina seguido de azitromicina.

También hay solicitud de antibióticos para afecciones de la piel y en algunos casos para "infecciones urinarias".

Luego de detectar cual era la mayor solicitud comencé a preparar la intervención para orientar al usuario sobre la necesidad de que se consulte al médico antes de utilizarlo y lo hice partiendo de la imagen que proyecto como agente sanitario acompañado de una excelente comunicación para conocer las inquietudes del usuario.

En la mayoría de los casos funcionó, el hecho de preguntar al usuario que uso le va a dar al producto y bajo que sugerencia lo hizo, me permitió que en una charla muy profesional le indicara el error en que se encuentra y ante todo el riesgo a que está expuesto. Ante esta información el usuario se dejó orientar, lo que indica que el error no es de la comunidad, es del Regente de Farmacia que no ejerce.

El último paso consistía en orientar al paciente para la selección de un medicamento de venta libre incluso fitoterapéuticos para el manejo de la sintomatología y hacerlo consciente de la importancia de la consulta médica.

Este ejercicio me permitió concluir:

1. No es cierto que el paciente se automedique antibióticos tercamente
2. Dejar la responsabilidad de la dispensación a empíricos es causante en gran medida del problema.
3. La comunidad si requiere de un Regente de Farmacia como el principal agente sanitario del sector.
4. El ejercer la dispensación refuerza la imagen profesional de la Farmacia.
5. Es más rentable vender medicamentos de venta libre.

Como lo he planteado en varios escenarios, el problema de la farmacia no es el mercatilismo en sí, al fin y al cabo es un negocio, el problema radica en que quien estudia no ejerce y ejerce quien no estudia.

Nos vemos en otra entrada. 

Fabio Alberto González Salgado
fabio.gonzalez@regentedefarmacia.org